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Los sectores agrícola e industrial se han consolidado en Boyacá como importantes generadores de empleo, pues sumados en el 2018 emplearon a cerca del 42% de la población del departamento y el sector lácteo es uno de los pilares de estos sectores, por su amplia presencia no solo a nivel primario de producción ganadera, sino con las actividades logísticas, de transformación y comercialización que conlleva y que son un factor potenciador de la economía boyacense. En efecto, el sector lácteo ha sido priorizado por diversos entes gubernamentales, como unos de los frentes de trabajo para impulsar el desarrollo de la región, lo cual se evidencia, por ejemplo, en su establecimiento como apuesta productiva del departamento en la Política de Desarrollo Productivo (CONPES 3866).
Así, en el marco de las acciones orientadas al mejoramiento de las condiciones del sector, surge la necesidad de identificar las limitantes en términos de las características del capital humano y su relación con la demanda laboral y la oferta educativa, pues como el Banco Mundial lo expresa “el principal problema en la relación entre el factor trabajo y el aumento de la productividad, la sofisticación y la diversificación del aparato productivo, es que el país no cuenta con el capital humano que requiere para lograr mejoras sustanciales en su productividad laboral” (2015). En este sentido, desde el Ministerio del Trabajo se contempló la factibilidad de aplicar la Metodología de identificación y medición de brechas de capital humano (IMBCH), como herramienta que posibilita el análisis de los factores que se interponen de manera negativa generando desajustes o desbalances entre la demanda y la oferta laboral.